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España es un país que lo tiene todo: historia milenaria, paisajes naturales que parecen sacados de una postal, una gastronomía que conquista paladares y ciudades llenas de vida durante todo el año. Desde el norte verde hasta la costa mediterránea, cada destino tiene algo único que ofrecer. En este artículo te presentamos una selección de las ciudades más bonitas de España, incluyendo lo que no te puedes perder en cada una, las mejores épocas para ir y una pincelada sobre su conexión en tren, por si decides moverte de forma cómoda y sostenible.
Madrid: el corazón vibrante del país
Visitar Madrid es sumergirse en el ritmo de una capital que nunca duerme. Sus grandes avenidas, parques infinitos y museos de talla mundial la convierten en uno de los lugares más imprescindibles para visitar, según los amantes del arte y la cultura.
Entre las visitas que no pueden faltar están el Museo del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza, que juntos forman el llamado “Paseo del Arte”. El Parque del Retiro es perfecto para un paseo relajado, y si buscas ambiente local, piérdete por las calles del Barrio de las Letras o degusta tapas en La Latina.
Además, si tienes la suerte de coincidir con las Fiestas de San Isidro en mayo, vivirás Madrid como un verdadero local. La ciudad está perfectamente conectada por tren con el resto del país, gracias a estaciones como Madrid-Puerta de Atocha o Chamartín, desde donde salen trenes AVE, OUIGO, Avlo o iryo.

Zaragoza: arte mudéjar en el Ebro
En el centro noreste del país, Zaragoza combina lo mejor del legado romano, islámico y cristiano. Visitar la basílica de Nuestra Señora del Pilar, el Palacio de la Aljafería o pasear por las orillas del Ebro al atardecer son solo algunas de sus joyas.
Una ciudad poco masificada, con buenos precios y con eventos como las Fiestas del Pilar en octubre, que combinan tradición, música y cultura en las calles.
La ciudad cuenta con la estación de Zaragoza-Delicias, un punto clave para operadores como Renfe, OUIGO u iryo que la conecta rápidamente con Madrid, Barcelona y otras capitales.

Toledo: una postal medieval suspendida en el tiempo
A solo unos minutos en tren desde Madrid, Toledo se levanta sobre una colina envuelta por el río Tajo. Fue conocida como “la ciudad de las tres culturas” por su legado cristiano, judío y musulmán. Sus calles angostas, sus iglesias mudéjares, sinagogas y alcázares ofrecen una inmersión total en el arte y la historia.
El casco histórico de Toledo está declarado Patrimonio de la Humanidad, y entre sus monumentos más emblemáticos destacan la Catedral Primada, el Alcázar de Toledo, el monasterio de San Juan de los Reyes y la casa museo de El Greco. Si visitas en primavera, no te pierdas el Corpus Christi, una de las festividades más impresionantes del país.
Gracias a los servicios de Avant, Avlo y AVE, Toledo se convierte en una escapada ideal de uno o dos días.

Barcelona: modernismo frente al mar
Barcelona combina modernismo, playa y una vida urbana efervescente. La obra de Gaudí, con la Sagrada Familia, el Parc Güell y la Casa Batlló, sigue sorprendiendo a los visitantes año tras año. Para los que aman la historia, el Barrio Gótico es un laberinto de calles medievales lleno de rincones con encanto.
Durante el verano, la ciudad cobra vida con sus playas y festivales como el Primavera Sound o el Sónar, aunque si buscas algo más tradicional, las Festes de la Mercè en septiembre son una muestra del folclore y la cultura catalana.
Barcelona cuenta con una excelente red ferroviaria, y su estación principal, Barcelona-Sants, la conecta con ciudades del norte, el sur y el este del país en pocas horas, gracias a las líneas AVE, OUIGO, Avlo e iryo.

Valencia: innovación, paella y tradición
Valencia ha sabido encontrar el equilibrio perfecto entre lo moderno y lo tradicional. Aquí conviven la imponente Ciudad de las Artes y las Ciencias con edificios históricos como la Lonja de la Seda, y calles llenas de vida como las del Carmen.
Imposible hablar de esta ciudad sin mencionar su gastronomía: la auténtica paella valenciana se disfruta mejor en una terraza frente a la playa o en una barraca de la Albufera, al atardecer. Además, las Fallas de Valencia, celebradas en marzo, son una explosión de fuego, color y sátira que hay que ver al menos una vez en la vida.
Valencia cuenta con estaciones como Joaquín Sorolla y Estación del Norte, conectadas por trenes de alta velocidad como AVE, OUIGO, Avlo e iryo con casi todas las capitales del país.

Alicante: sol, castillos y mar en la Costa Blanca
Alicante es sinónimo de luz. Con más de 300 días de sol al año, esta ciudad costera, de las más bonitas de España, ofrece la combinación perfecta entre cultura, mar y buen vivir. El Castillo de Santa Bárbara, en lo alto del monte Benacantil, domina la bahía y ofrece vistas espectaculares del Mediterráneo.
Sus playas urbanas, como el Postiguet o la playa de San Juan, son de las más accesibles de España. Pero Alicante también sorprende con museos como el MACA o el Museo Arqueológico MARQ, uno de los mejores del país. En junio, la ciudad arde con las Hogueras de San Juan, una fiesta de fuego y arte efímero que dura toda la semana.
La estación de tren Alicante-Terminal está bien comunicada con trenes AVE, Avlo, OUIGO y Media Distancia desde ciudades del centro y el sur del país.

Granada: historia viva a los pies de Sierra Nevada
La joya andaluza por excelencia. Granada enamora por su mezcla de culturas, la imponente Alhambra, los atardeceres desde el Mirador de San Nicolás y el alma bohemia del Albayzín. Pero también por su ambiente joven, ya que es una ciudad universitaria con una excelente vida nocturna y una oferta de tapas gratuita difícil de igualar.
No hay que perderse la experiencia de pasear por el Realejo, visitar los baños árabes o subir hasta el Sacromonte, donde todavía se viven espectáculos de flamenco en cuevas.
En invierno, puedes combinar tu visita con un día de esquí en Sierra Nevada, y en verano escapar hacia la Alpujarra granadina. Granada está bien conectada por tren, especialmente con Madrid, Barcelona o Málaga, solo basta consultar las rutas de AVE y Avlo.

Sevilla: arte, pasión y tradición andaluza
Pocas ciudades condensan tanta identidad como Sevilla. Cuna del flamenco, de los patios repletos de flores y de algunas de las procesiones más famosas de España, esta ciudad es un espectáculo para los sentidos. Visita obligada: la Giralda, el Real Alcázar, la Plaza de España y un paseo por el Barrio de Santa Cruz.
En abril, la Feria de Abril transforma la ciudad en una fiesta de casetas, farolillos y música. También es perfecta para una escapada en otoño, cuando el calor da una tregua y la ciudad recupera su ritmo relajado. Sin lugar a dudas, uno de los lugares más turísticos de España.
Gracias a la estación de Sevilla-Santa Justa, conectada por AVE, iryo y OUIGO, llegar desde Madrid o Córdoba es rápido y cómodo.

Córdoba: el cruce de civilizaciones en la Mezquita
Córdoba es un viaje en el tiempo. Caminar por su judería empedrada, visitar el Palacio de Viana, cruzar el puente romano al atardecer o admirar la majestuosa Mezquita-Catedral es como hojear capítulos vivos de la historia andaluza. La ciudad fue capital de Al-Ándalus y su esplendor sigue latiendo en cada rincón.
En mayo, la ciudad se llena de color con el Festival de los Patios, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, cuando las casas del casco antiguo abren sus puertas para mostrar jardines floridos que desbordan belleza y aroma.
Córdoba está perfectamente conectada con trenes de alta velocidad AVE, Avlo, iryo y OUIGO, especialmente desde Madrid, Sevilla y Málaga, lo que la convierte en una escapada cultural ideal.

San Sebastián: elegancia frente al Cantábrico
En el norte del país, San Sebastián brilla con luz propia. Sus elegantes paseos marítimos, como el de la Playa de la Concha, y su reconocida gastronomía, con algunos de los mejores restaurantes con estrellas Michelin del mundo, la convierten en una escapada de lujo.
Para una experiencia más local, adéntrate en la Parte Vieja y recorre los bares de pintxos. Y si vas en septiembre, el Festival Internacional de Cine le da un aire aún más sofisticado a la ciudad.
Aunque no está conectada por trenes AVE, se puede llegar fácilmente desde ciudades cercanas como Bilbao o Vitoria con servicios regionales cómodos y frecuentes de Renfe como Alvia y Avant.

Santiago de Compostela: espiritualidad y piedra mojada
Si la espiritualidad y la religiosidad son lo tuyo, recomendamos iniciar el Camino de Santiago en Compostela. La ciudad gallega tiene una magia especial. Sus callejuelas de piedra, el sonido de las gaitas, el incienso en la Catedral y la sensación de que todo está hecho para recibir al viajero, hacen de Santiago un lugar único.
La gastronomía gallega, con mariscos, empanadas y albariño, es otro de sus grandes atractivos. En verano se celebran las Festas do Apóstolo, y el casco antiguo cobra una vida especial con conciertos y espectáculos callejeros.
La estación de tren conecta con A Coruña, Ourense y Madrid, lo que facilita el regreso a los devotos y peregrinos del Camino de Santiago. Dándole la flexibilidad al caminante de tomar el tramo que más se le acomode.

Gijón: naturaleza asturiana con alma marinera
En el norte, entre acantilados y playas de mar bravo, Gijón ofrece una experiencia que mezcla tradición marinera, paisajes verdes y una gran vitalidad cultural. El paseo marítimo de San Lorenzo, el Cerro de Santa Catalina con la escultura de Chillida y el Casco Antiguo de Cimavilla son solo el inicio.
Gijón también es una ciudad de museos (como el Museo del Ferrocarril o el Jovellanos) y sidrerías, donde la gastronomía asturiana cobra todo su sentido. Si visitas en verano, la Semana Grande de Gijón convierte la ciudad en un festival abierto con música, fuegos artificiales y actividades junto al mar.
Utilizando servicios de Renfe como Alvia o Intercity de media y larga distancia puede emprender el viaje desde León, Oviedo o Madrid. Gijón es una escapada atlántica que merece definitivamente la pena.

España: algo más que un lugar para visitar
España no es solo un destino, es una paleta de emociones, colores y sabores que cambia con cada ciudad que visitas. Caminar sobre el dorado de las arenas andaluzas o atravesar el verde profundo del norte atlántico, saborear el rojo intenso de una copa de vino en La Rioja o observar el azul moderno de los tranvías que recorren la costa valenciana, cada rincón de España tiene una historia que contar y una experiencia que regalar.
Pocas geografías condensan tanta diversidad en tan poco espacio: monumentos que te transportan siglos atrás, cocinas que abrazan con cada plato, y una hospitalidad que hace que cada visitante se sienta como en casa. Aquí, el viajero no es solo un espectador, sino parte de la escena. Las calles hablan, las fiestas te envuelven y la gente (siempre cercana, siempre viva) te abre la puerta sin preguntar por qué llegaste.
Y lo mejor de todo es que este caleidoscopio de destinos está al alcance de todos gracias a una red ferroviaria moderna, rápida y cómoda —vale decir la segunda más grande del mundo— que invita a descubrir el país sin prisas, sin pausas y, por sobre todo, con conciencia medioambiental.
Así que elige una ciudad para empezar... porque en España, cualquier punto de partida es el comienzo de algo inolvidable.

- Madrid: el corazón vibrante del país
- Zaragoza: arte mudéjar en el Ebro
- Toledo: una postal medieval suspendida en el tiempo
- Barcelona: modernismo frente al mar
- Valencia: innovación, paella y tradición
- Alicante: sol, castillos y mar en la Costa Blanca
- Granada: historia viva a los pies de Sierra Nevada
- Sevilla: arte, pasión y tradición andaluza
- Córdoba: el cruce de civilizaciones en la Mezquita
- San Sebastián: elegancia frente al Cantábrico
- Santiago de Compostela: espiritualidad y piedra mojada
- Gijón: naturaleza asturiana con alma marinera
- España: algo más que un lugar para visitar











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